miércoles, 30 de marzo de 2011

cataluña

Cataluña (en catalán, Catalunya; en aranés, Catalonha) es una comunidad autónoma española considerada como nacionalidad histórica,[2] situada al nordeste de la Península Ibérica. Ocupa un territorio de unos 32.000 km² que limita al Norte con Francia (Mediodía-Pirineos y Languedoc-Rosellón) y Andorra, al Este con el mar Mediterráneo a lo largo de una franja marítima de unos 580 kilómetros, al Sur con la Comunidad Valenciana (Castellón), y al Oeste con Aragón (Zaragoza, Teruel y Huesca). Esta situación estratégica ha favorecido una relación muy intensa con los territorios de la cuenca mediterránea y con la Europa continental. Cataluña está formada por las provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona. Su capital es la ciudad de Barcelona.
En el territorio catalán habitan actualmente 7.504.881 personas[3] en un total de 946 municipios de los que 63 superan los 20.000 habitantes (en los que vive el 70 por ciento de la población catalana). Dos tercios de la población vive en la Región Metropolitana de Barcelona. Constituye un territorio muy denso y altamente industrializado, liderando el sector en España desde el siglo XIX y su economía es la más importante de entre las comunidades autónomas, al generar el 18,7% del PIB español,[4] aunque según un informe, sobre 2009, por primera vez se posiciona en segundo lugar, con un PIB de 210.853,1 millones de euros, tras la Comunidad de Madrid.[5] [6] Respecto al PIB per cápita, se sitúa en cuarta posición, tras el País Vasco, la Comunidad de Madrid y Navarra.
Cataluña fue durante la Edad Media uno de los territorios que compusieron el patrimonio del rey de Aragón, conocido por la historiografía posterior como la Corona de Aragón. Una parte importante de la actual Cataluña, formada por los condados de Osona, Besalú y Gerona, que en el siglo XII rendían vasallaje al conde de Barcelona, se unieron dinásticamente al reino de Aragón mediante los esponsales acordados entre Ramiro II de Aragón y Ramón Berenguer IV de Barcelona en 1137, por los que el barcelonés contraería matrimonio con la futura reina Petronila. En el siglo XIV, ya como Principado de Cataluña, tuvo un destacado papel económico en el marco del comercio mediterráneo. Con el declive de la Corona decayó Cataluña, que no volvió a destacar hasta la industrialización. Su historia y su lengua son, para muchos de sus habitantes, la base de su identidad colectiva.
Según datos del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas de 2007, su índice de desarrollo humano (0.958),[7] es el 8º mayor de España, por detrás de la comunidad autónoma de La Rioja, y por delante de Asturias.[8

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